Un libro con mis dos lenguas que ha tenido la suerte de contar con un prólogo de este Leonés con alma de gallego al que admiro: Juan Carlos Mestre y con la foto de portadaque pertenece a una escultura de un salmantino con el que paso tardes de charlas: Gonzlao Iglesias y una sorpresa interior que sólo si lo destapas puedes observar.
Un libro en el que el abrazo de Mestre me acerca más a quién soy y a ese lugar físico y emocional de donde vengo. Una edición que Lastura, Lidia, ha convertido en un hermoso cuerpo.
Gracias a todos los que me habéis prestado vuestro quehacer para dar forma a este nuevo "hijo": juapiño, juapiño e con un bo pelaso. (Como diríamos en Galicia).
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