El viernes tendré el placer de presentar Bitácora de Ausencias en Gijón, acompañada de mi querida Esmeralda Martín.
Construí la casa con cimientos de
cristal
que ellos imaginaban mármol.
Se resquebrajaron a fuerza de
tormentas.
Apuntalé las paredes para que
me sujetasen a la vida.
Me colgué de los andamios
para cegar los agujeros.
Todos los días ponía algún clavo,
algún remiendo.
Todas las noches
oía crujir algún empeño.
Sólo hubo silencio cuando decidí
mudarme de chabola.
....
Dejé a la muerte precipitándose
en alguna ventana del recuerdo.
Sobrevivo a este mundo de sombras
en oscuras tardes de otoño
esperando el sol de cada año,
contemplando cuerpos y caras
que me sostienen,
palabras que me alimentan.
Disfrutaremos inmensamente de tu compañía, queridísima meiga de las letras y los sentimientos; gozaremos de tu voz firme, solidaria; de tu espanto; de tu dolor, de tu ESPERANZA.
ResponderEliminarTe espero con los brazos abiertos, preciosa.