Los recuerdos demoran el paso inexorable del tiempo y enternecen el pasado,
haciéndonos más llevadera la evidencia de ser seres inexistentes.
Tu sombra es el límite de mi memoria,
mis manos vacías intentan
abrazar las manos que esculpen
los recuerdos de rocas.
El sonido de besos es un hueco
en el lamento de las olas,
mientras mis ojos asoman a un pasado
que ni siquiera nombran.
La espera es un espacio que sobra,
en el silencio de la nada
que nunca llenará la llaga
de no compartir demoras.
Tu sombra es el límite de mi memoria,
esperando olvidar recuerdos
que me ahogan en agua dulce
ensangrentada por horas.
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