Sálvame, mirándome a la cara,
de este brillo constante,
esta sonrisa hechicera,
este ritmo asfixiante.
Desnúdame de esta mentira
en la noche eterna y suicida
de locura y desencuentro
que aleja la diaria desidia.
Bébete ese Whisky y salpícame
sin manchar el atuendo
febril y ambiguo
que mi cuerpo justifica.
Báilame los pies con tu deseo
en la espera del perplejo
final de un ritmo que libere
esta seducción de ensueño.
Montse Villar
No hay comentarios:
Publicar un comentario